En diversidad el amor y la salud provocan la extinción de las odiosas preferencias patriarcales

Las prácticas endogámicas, sectarias y exclusivistas de las aristocracias y los feudos resultaban útiles y suficientes para preservar el "buen nombre" y el poder de una casta dominante, pero este tipo de prácticas solo funcionaron, en su mínima expresión y confinadas al ámbito familiar, mientras el soberano tenía el control absoluto y contaba con súbditos leales y agradecidos por los favores recibidos.

Sin embargo, la modernidad, la religión de Estado y el cambio generacional llegó y provocó el aparecimiento en la escena de otrXs personajes, así los intereses y los apetitos cambiaron y se multiplicaron. Las restricciones y pudores quedaron atrás, el eclecticismo ideológico junto con el ecumenismo entre izquierdas y derechas favorecieron los reacomodos, pactos, acuerdos y más de hombres y mujeres libres y dispuestos a ascender.

Y, en este nuevo escenario, tanto el amor como la salud quedaron atrapados en las formas clientelares que supervivieron al cambio, el patriarcado salió fortalecido con la activa complicidad de feminismos, marxismos, bolivarianismos, velasquismos, leninismos y socialismos. Unos cambios (cosméticos) para que todo siga igual, o tal vez peor.

Solo unXs pocXs obstinadXs decidieron enfrentar al poder patriarcal y provocar en salud y con amor esos cambios necesarios para vivir en diversidad, conforme a la manida frase de "otro futuro es posible",