miércoles, 16 de noviembre de 2016

Me enseña el perro, el gato y también el maíz

Me sonríe el maíz y habla entre dientes
un lenguaje de agua y rocio,
el maíz pedagógico que enseña
a contar a los pájaros en su ábaco.

Yo hablo con el maíz y el guacamayo,
cuyo recuerdo nubla la frente de los ríos.

(Tomado de La llave del fuego de Jorge Carrera Andrade)


miércoles, 9 de noviembre de 2016

Cuando el problema es el otro, la enfermedad se está incubando

La elección de Donald Trump como Presidente de EEUU, martes 8 de noviembre de 2016, es tan solo un síntoma de la enfermedad que se está incubando, igual que otras decisiones colectivas producto, supuestamente, de elecciones "democráticas" entre seres humanos "libres".

Pero, ni las elecciones (consultas o similares) son democráticas ni son tomadas en libertad, tanto el proceso de decisión y elección como el ejercicio de la libertad hacen parte de un juego controlado y regulado por un tipo de matrix, la cual envenena con el virus del miedo a los seres humanos; esta enfermedad de la modernidad y el desarrollo crea necesidades ficticias y modelos hipnóticos, como por ejemplo el culto a la persona y la obediencia ciega, derivados de la codicia y el deseo de poseer objetos, personas y poder, aunque estorben y enfermen al cuerpo/espíritu. Esta antigua enfermedad con características de pandemia no es contagiosa pero se expande vertiginosamente a través de la conversación y el contacto (aunque sea virtual). Este malestar está asociado tanto a la competitividad y al individualismo como a la obediencia (transfigurada en lealtades), y crea grupos o masas acríticas en una civilización que distingue, clasifica y separa entre amigos y enemigos, entre familiares y extraños...

Para este tipo de civilización la comunidad, las interacciones (que hacen parte de la trama de interdependencias) y los vínculos amoroso en los que se recrea al otro como un ser humano semejante solo resultan referencias nominales del "otro" en un tipo de discurso de mercadotenia electoral. Así, las decisiones quedan atrapadas en juegos democráticos ficticios de seres humanos seducidos por la retórica hueca y las apariencias.

En estas circunstancias, la capacidad para decidir y actuar en libertad y consciencia está amenazada por esta enfermedad del miedo, la ignorancia, la inconsciencia y el sufrimiento.