Han sido días de intenso y abundante aprendizaje sobre la relación humana, la comunicación y los lenguajes, primero la asamblea de la Universidad, luego la reunión del CCA, reuniones numerosas con el perro, el gato y los candidatos...
Ha sido la interacción libre e intencionada la que ha favorecido estos aprendizajes, no de otra manera ha sido posible, sin buscar ni procurar nada en particular, sin saber en donde mismo me he metido, sin temor pero con recelos...
Buscando y encontrado las oportunidades para entrar en contacto con la coherencia y resonancia de los otros...
Por eso llego a muchos lugares en la Universidad, sin miedo a la interacción, sin expectativa, como un juego infantil que no persigue ningún logro ni objetivo, por el gusto de jugar con otros tan diferentes que me llaman la atención.
Se trata de un juego de personas (máscaras), de oportunidades (tiempos) y de posturas (lugares), que solo admite la interacción libre y la disposición a correr riesgo y aprender. Un juego para ganar salud y perder miedos.
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